Francisco Morazán

Francisco Morazán

sábado, 4 de octubre de 2014

A Morazán

Epónimo y excelso creador de la Epopeya:
yo miro tu Pegaso con sus crines aladas
como si de repente fuera a estampar su huella
en un rojo horizonte de lívidas espadas.

Bien estás en el bronce que confirma y resuella
el fragor impetuoso de tus grandes jornadas;
y donde vigorizan su plenitud más bella
el laurel y el acanto de tus cumbres amadas.

Aun vibran por el aire los pífanos marciales
de la heroica fanfarria que en tus horas triunfales
pasó solivantando las selvas y el peñol.
Y en el alba de gloria que a tu nombre se aferra,
sobre los lambriquines de tu corcel de guerra
flotan cinco banderas desplegadas al sol...
-Primitivo Herrera (Dominicano)

viernes, 3 de octubre de 2014

Carta al General: 03 octubre 2014

Hoy es el día en el que se celebra su natalicio, un 3 de octubre de 1792 usted nacía en Tegucigalpa para traer golria a nuestros pueblos, para iluminarnos con el fulgor de su acero, para hacer fecundos en nuestros corazones los sentimientos de libertad, justicia y patria.

Hoy debería ser un día de fiesta nacional, sin embargo pasa casi desapercibido: estamos aletargados, General, a 222 años de su nacimiento y 172 de su muerte, no hemos sabido llevar a cabo su empresa, no hemos podido corresponder a su genio.
Por estas razones no puedo celebrar, ¿qué celebrar? ¿Esta No-Patria que devora a sus hijos? ¿Estas instituciones de papel que ceden ante la avaricia de unos pocos?

Hoy me siento solitario... siento que la noche me rodea, esa misma noche que cayó sobre todos nosotros el día de su asesinato, esa misma noche que trajo consigo nuestras peores tragedias en forma de dictadores y pseudo-patriotas...
Esa misma noche me rodea.

Me siento triste, triste al mirar su estatua resguardada y pensar en cuánto lo extrañamos, en cuánto lo necesitamos. ¡Aquí se le extraña! Pero más que extrañarlo, ¡aquí se le necesita! ¡Lo necesitamos, General!
Nos sobran charlatanes y nos falta su mano que nos señale el camino.

Ah, qué tedio, qué fastidio, qué tristeza no poder escribirle: "¡Aquí está su pueblo, mi amado General, su pueblo aguerrido que ha salido victorioso, que sabido proclamar la libertad y resguardado las instituciones de la República!"
Pero no...

No sé si fue el hijo más amado por la Patria, pero estoy seguro que es el que más la amó... Y hoy se trata de celebrar su nombre, querido, Benemérito hijo, patriota de la República.
¡A su salud, General!

Morazán

Por montañas de pinos imposibles,
por valles de verdura impenetrable,
por ríos que paraban hasta el viento,
por calles, por abismos,
por sombras, por inviernos
iba en cascos de rayo tu caballo guerrero.

Y ni la noche vertical de odios,
ni la herida de cauce pavoroso,
ni murallas de espadas,
ni huracanes de pólvora
nulificar podrían tu marcha luminosa.

Llegabas a los pueblos
te llenaban de escudos todos los corazones.
El Golfo de Nicoya tiene en perlas tus frases
la voz de tus cañones esconde el Momotombo,
es barro de tus botas el oro de Guayape.

Hombres te acompañaban
de acero toledano,
de toledano ensueño,
era el sol obediente de tu espada.

Y reían los árboles
y cantaban los niños
y bailaban los héroes de los libros de escuela
y afloraban en canción la libertad
y nacían banderas
y venían soldados
cuando se abría en llamas tu rosa liberal.

Hoy lejos de tu mano
ha crecido tu ejército
la huella de tus plantas es órbita de astros
en tu dolor aprenden a quererse los hombres
es un cielo de lucha la tumba en que te hundiste
Bolívar de los pobres
Napoleón de los tristes.

Y cuando un golpe artero precipitó tu sangre,
cuando tu voz perdióse,
para nacer más honda,
cuando tu espada loca de fulgor
se te fue por los ojos hasta el héroe,
y te perdiste
y te alejaste
y naufragaste
tras un negro dominio de fusiles,
todos te saludamos, todos te revivimos.
Vivo están en el bronce
firme en la miserable carne de cinco pueblos
erguido en tus heridas
en el volcán que elogia tu corazón de fuego
y en el hombre que exalta tu muerte con su vida

-José Antonio Domínguez

Morazán

Alta es la noche y Morazán vigila.
Es hoy, ayer, mañana? Tú lo sabes

Cinta central, américa angostura
que los golpes azules de dos mares
fueron haciendo, levantando en vilo
cordilleras y plumas de esmeralda:
territorio, unidad, delgada diosa
nacida en el combate de la espuma.

Te desmoronan hijos y gusanos,
se extienden sobre ti las alimañas
y una tenaza te arrebata el sueño
y un puñal con tu sangre te salpica
mientras se despedaza tu estandarte.

Alta es la noche y Morazán vigila.

Ya viene el tigre enarbolando un hacha.
Vienen a devorarte las entrañas.
Vienen a dividir la estrella.

Vienen,
pequeña América olorosa,
a clavarte en la cruz, a desollarte,
a tumbar el metal de tu bandera.
Alta es la noche y Morazán vigila.

Invasores llenaron tu morada.
Y te partieron como fruta muerta,
y otros sellaron sobre tus espaldas
los dientes de una estirpe sanguinaria,
y otros te saquearon en los puertos
cargando sangre sobre tus dolores.

Es hoy, ayer, mañana? Tú lo sabes.
-Pablo Neruda (Chileno)

Himno a Francisco Morazán

Letra: Froilán Turcios
Música: Francisco R. Díaz Zelaya

Coro

Mágica rima de bronce que cante
la maravilla de tu épica historia.
Sobre las cumbres mi musa levante,
el fabuloso esplendor de tu gloria.
Que tu figura se encienda en la llama,
que irradien las albas de nácar y oro
himno solemne pregone tu fama,
vibre en los aires tu nombre sonoro.

Solo I
Eco de amor de los altos confines
queda vagando en los verdes pinares.
Lloran tu muerte los claros clarines;
y en su profundo responso los mares.
Ínclita musa de arcanos acentos
de tu renombre destierra el olvido,
flota el ideal de la unión en los vientos,
cual pabellòn al futuro tendido.

Solo II
¿Quièn tu figura no ciñe de flores?
¡Pase tu númen venciendo vestiglos,
cual sol sin ocaso de vivos fulgores
sobre el eterno rodar de los siglos!
¡Patria, saluda al heroico guerrero!
Himnos eleva de luz y victoria.
¡Ama el sublime fulgor de su acero!
¡Pon en su frente el Laurel de la Gloria!.
La posteridad le hará justicia, lo pienso, lo creo, lo escribo.
Esta es mi forma de hacerle justicia...